Juan Hernández y su banda de blues

  • Rafa Martínez

Es el 11 de Diciembre de 1958 cuando en la ciudad de México nace Juan Hernández Reyes quien vive una infancia de mucha ilusión en el barrio en donde el box y el futbol son parte de esa vida y ese sueño, aunque la capacidad física no es la adecuada para irse por ese camino. 

La escuela para Juan era un mero protocolo, pues tampoco tenía grandes aspiraciones en ella, aunque hacia muchos conocidos en ella y eso era la razón del porque asistía a clases. 

Además de la escuela la familia de Juan Hernández era asidua a asistir a la Iglesia, en donde es aceptado en el coro y comienza su primer acercamiento con la música, en donde el canto y la guitarra lo hacen decidir a los 16 años comenzar la carrera en la Escuela libre de Música en donde Juan conoce la aportación de los clásicos como Bach, Beetohoven, Stravinsky etc. 

El gusto por el rock comienza con el sonido de Chuck Berry, en donde la guitarra llama mucho la atención de Juan, quien comienza a emular los solos bluseros completamente autodidacta, lo que hace ver que tiene un buen oído para la música, así complementa sus gustos con The Beatles, Rolling Stones, pero también escuchando música mexicana como José Alfredo Jiménez o Cuco Sánchez, lo que alimenta su acervo musical teniendo un sincretismo muy particular desde su formación. 

Es precisamente entrando los años 70 cuando Juan se decide a integrar a su primer banda, tocando covers de bandas como Jethro Tull o John Lee Hooker, banda a la que nombraron El Súper Dazzle, en donde comenzaron a tocar en el norte de la ciudad en algunos lugares en donde la gente notaba el talento del guitarrista, quien a pesar de tocar música que le gustaba, no le llenaba del todo, pues al final era música de otros compositores. 

Además de la guitarra Juan Hernández tocaba la flauta transversal, con la que también sacaba tonadas al estilo blusero, con esta pasaba horas tocando y caminando por la ciudad intento hacer tonadas especiales que poco a poco fueron conformando sus propias canciones, además de aprovechar en el instrumento la ejecución de canciones mexicanas que le daban un toque de sincretismo cultural que lo hacía ver entre el blues negro y lo vernáculo mexicano como un instinto que se fuera desarrollando como un estilo propio. 

Fue entonces cuando forma la banda “Vuelo libre” una agrupación en donde la preponderancia del blues era lógica, un crisol en donde esta estética de los negros del siglo XIX e conjunto con una estética mexicana se conjuntaban en las canciones que se creaban para esta banda, aunque como en aquel tiempo el asunto del idioma era aún una causa extraña, pues el rock debía ser interpretado en Ingles, su idioma origen, era mal visto entre el público que las canciones de rock fueran interpretadas en español, el sincretismo cultural estaba a penas en la gestación, por ende para Juan Hernández era difícil pensar en composiciones, pues lo debía hacer en Ingles porque así era el mercado. 

Con este grupo Juan Hernández llamo la atención de otros músicos como Javier Batíz, quien lo invita a colaborar en su banda, que tocaba en la ciudad de México con mucha frecuencia, los lugares en donde se tocaba rock y blues eran denominados cafés cantantes y era aquí en donde se juntaba la crema y nata de las bandas de rock de esta época. 

El hecho de tocar todas las noches acompañando al maestro Batíz, hicieron que Juan Hernández se posicionara como músico, pues es invitado por Charlie Hauptvogel a continuar con la leyenda del Three Souls in my mind, a la salida de Alejandro Lora, en donde tiene la oportunidad de grabar algunas de sus canciones en el primer disco que se llamó “Fuimos, somos y seremos”, en donde la experiencia de Juan crecía y le daba una dimensión más focalizada. 

Con Three Souls in my mind, las tocadas eran cada vez menos, había una especie de contradicción pues la banda tenía menos espacios cuando afuera se ampliaba el gusto por el rock nacional que se estaba gestando, las bandas comenzaban a cantar canciones en español y de propia autoría, fue entonces cuando Juan comenzó a tocar con otras bandas, de muchos estilos como el Rebel d punk, en donde conoció que la escena se estaba abriendo para un nuevo rock mexicano. 

Juan Hernández estaba con todo este conocimiento encima, con ese entusiasmo que siempre lo ha caracterizado, en un momento en donde ya estaba casado y con hijos, en donde sabía que la música debía ser su estilo de vida y en donde veía que se estaba construyendo una posibilidad enorme para lograr ese sueño. 

Eran momentos difíciles, pues al final había ya una familia y de pronto las cuestiones económicas desafortunadamente no fluían como se esperaba, la escena existía pero aún no se podía subsistir para dedicarse al 100% a la música y menos al rock, que aun tenia secuelas de represión, sobre todo en la ciudad de México. 

Aun existían los llamados hoyos funkies, que eran los lugares en donde se podía hacer rock y de hacer una carrera, estos lugares estaban en las afueras de la ciudad, sobre todo en el Estado de México. 

Fue entonces que después de haber pasado por todas estas experiencias y tener mucho más conocimiento de la escena, así como mayor madurez en la música y sobre todo en estar conforme con lo que estaba haciendo en que Juan Hernández decide formar la banda “Juan Hernández y su banda de blues”, quienes hacen su estreno el 22 de Febrero de 1987, en donde se estrenan junto a personalidades como el Tri, Cristal y acero, Cecilia Toussaint, entre otros. 

Después de este debut, la banda comienza a buscar la grabación de su primer disco, el cual fue un verdadero vía crucis, pues los costos de la producción eran elevados al grado de inalcanzables, la banda busco por todos lados la posibilidad de la grabación de este material, ya tenían más de 10 temas para grabar, la grabación al final fue de manera independiente, en donde como pudieron pagaron la grabación y la maquila de 8 temas que sirvieron para tener un antecedente que poco a poco los colocaría en el ojo de los seguidores del blues mexicano, además de que eran incluidos en tocadas de rock en donde el público los seguía, logrando así un público que ya buscara a la banda. 

Con la misma dificultad pero con un poco más de experiencia el año siguiente, 1988, graban un nuevo material en donde incluyen canciones que se habían quedado en el tintero en el “Vuela libre” y que se incluyeron en un nuevo disco independiente “La Tormenta”, que daba una mejor idea de lo que era la banda, ya con mas publico, pues tocaban cada fin de semana en la periferia y el material rotaba con mucha mas facilidad. 

Fue asi que en 1989 producen “Siguiendo el blues”, este disco les da la oportunidad de hacer un excelente show en el museo del Chopo en 1990, con canciones de sus tres discos los cuales quedan impresos en un álbum doble en vivo que sale a la luz ese mismo año, lo que los consolida como una banda de blues mexicano que comienza a generar adeptos y que comienza a encontrar un lugar en el rock mexicano. 

Es hasta 1993 que discos Phoenix le da una oportunidad a la banda y se graban un par de materiales con mejor distribución y comienza a llegar el material a alguna estaciones de radio, televisión y prensa, en donde la banda comienza a destacar entre los hacedores de blues sin dejar de lado al publico del barrio que los sigue en los hoyos, lo que hace una buena combinación de mediatización, pues entrar al medio televisivo era casi imposible, pero en el hoyo estaba un publico creciente avido de mucha música y rock. 

Es entonces cuando Discos y cintas Denver comienza a poner atención en la carrera de Juan Hernandez, además el hijo mayor de Juan ya es parte de la banda con 14 años de edad en la batería, lo que hace que llame la atención por tener un buen músico desde joven, es en 1998 cuando la banda incursiona en el catálogo de Discos y cintas Denver, en donde la proyección de la banda comienza a ser internacional, pues la distribución de la casa disquera es enorme, con la llegada de material a los Estados Unidos, Juan Hernández y su banda de blues comienza a ser requerido con el público estadounidense, a donde viajan con gran éxito y es bien recibido el proyecto, consolidándose como uno de los mayores exponentes del blues contemporáneo mexicano. 

Grabando casi un disco por año y con la inclusión de su otro hijo Roberto Hernández, e involucrando a toda su familia en la banda, el proyecto se convierte en una especie de caravana del blues, en donde Domingo a Domingo encabezan carteles en toda la república y en los Estados Unidos, grabando discos, asistiendo a entrevistas en la televisión y en la radio. 

A mediados de la década 2000, Juan Hernández innova con  la incursión de la banda en la promoción  a través de Internet, pues ven en esta herramienta algo que los puede a ayudar a expandir su proyecto por otras latitudes del mundo. 

Además con esta herramienta surge la iniciativa “El nuevo rock mexicano” con el que se pretende impulsar a los nuevos talentos a partir de una plataforma en la red.

Así como Juan Hernández y su banda de blues comienza a hacer un trabajo de material gráfico, de video y de discos, lo mismo pasa con sus hijos, quienes a la vez comienzan sus carreras musicales, haciendo una cohesión familiar musical que gana terreno y que para muchos alcanzan un nivel legendario. 

En el año 2013 Juan Hernández encabeza el Grito Rockanrolero en Tlalnepantla, con un record de más de 15 mil personas, en donde además de ser una de las bandas principales, Juan encabeza el Himno Nacional Mexicano, ante un público variado entre rockeros, punks y metaleros, hecho que queda grabado en DVD. 

En el 2015 Juan Hernández celebra 27 años de rock en el Teatro Bicentenario en Tlalnepantla, con lleno total, en donde todos los seguidores del músico, se reúnen para un gran recorrido por todos sus éxitos, con grandes invitados dejando a la historia la celebración. 

Además ese mismo año de nuevo es quien encabeza el Grito Rockanrolero en el Centro de Convenciones, de nuevo con un record de asistencia. 

Desde el 2012 Juan Hernández es estrella de la discográfica Titanio Records, en donde ha desarrollado varias estrategias para el impulso del rock nacional, desde generación de contratos a bandas, programas de televisión, uso de Internet. Etc.

En el 2016 Juan Hernández se convierte en el creador y conductor del concepto de “Rockopolis” que es un programa en donde se entrevista a las bandas y se les da un espacio en vivo. 

A 31 años de carrera Juan Hernández es un gran impulsor del rock mexicano, además de ser protagónico de este movimiento como uno de los mejores guitarristas de blues del país.