Alejandro Marcovich Padlog

  • Rafa Martínez

Alejandro Marcovich nació en Buenos Aires, Argentina el 3 de junio de 1960. Es hijo de Héctor Marcovich y Judith Padlog, de quienes recibió una educación laica junto a sus hermanos Andre, Carlos y Gustavo. Pese a ser una familia de origen judío, no profesaban dicha religión. Su encuentro con la música se dio cuando tenía 7 años en el piano, y cuando cumplió los 9 años, comenzó a tomar sus primeras clases de guitarra. La primera canción que aprendió a tomar sus primeras clases de guitarra. La primera canción que aprendió fue “Camino del indio” de Atahualpa Yupanqui. Aunque con el tiempo se convirtió en un reconocido guitarrista, su comienzo en la música fue tocando el bajo. En 1974 fue el bajista y organista del grupo Sinusoide, con quienes sólo ensayó, sin presentarse en vivo. En 1976 su familia migró a México huyendo de la dictadura militar de Jorge Rafael Videla, llegando a la ciudad de Puebla, Puebla. La primera vez que se subió a un escenario fue en el auditorio de su nueva escuela, el Instituto Oriente, tocando el bajo en un grupo formado con algunos compañeros. También entró a estudiar al Departamento de Música de la Universidad Autónoma de Puebla. Llegó a tocar en un grupo de música versátil, pero hasta entonces, tocando el bajo. A sus 17 años se hizo de una guitarra acústica de cuerdas de metal con la que comenzó a tocar blues de manera autodidacta. En 1979 la familia se mudó a la Ciudad de México, donde Alejandro entró a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México a estudiar Física, y paralelamente continuó formación musical en la Escuela Nacional de Música.

A los 20 años tuvo su primera guitarra eléctrica y llegó a tocar durante algún tiempo en una banda de blues. En 1981 fundó su primer grupo de rock junto al bajista José Areán y el baterista Octavio Natera, al que llamaron Leviatán. Entró a estudiar jazz y canto en la Escuela Superior de Música por una corta temporada. Tras la separación de Leviatán, en 1983, Alejandro se encontró en la disyuntiva de elegir la física y la música, eligiendo la segunda.

En 1984, su hermano Carlos, quien entonces estudiaba cine, le pidió formar una banda para que tocaran en una fiesta con la cual pretendía financiar unos rollos de película para un trabajo escolar. Ése fue el origen del grupo Las Insólitas Imágenes de Aurora , donde convocó a Saúl Hernández y Alfonso André.

En 1985 complementaron sus ingresos económicos acompañando a artistas pop como Laureano Brizuela, Timbiriche o Fresas con Crema, para hacer playback , ya que en realidad eran contratados principalmente por su imagen. Sin embargo, a Alejandro esta experiencia le abriría la puerta para trabajar posteriormente como músico, ahora sí en vivo, del argentino Laureano Brizuela, al separarse Las Insólitas Imágenes de Aurora al final de 1986, cuando Saúl creó el grupo Caifanes.

Con Laureano Brizuela, Alejandro tuvo la oportunidad de conocer el manejo de un artista de grandes ligas, con apoyo promocional y un equipo experimentando a su alrededor que lo involucró en esa dinámica. Con él participó en extensas giras en México y el extranjero.

En 1989 fue invitado por el representante Jorge Mondragón para ver Caifanes en un lugar de la colonia del Valle. Tras saludarse con Saúl, vino la invitación para integrarse a dicha banda en la que permaneció hasta 1995, en una historia de encuentros y desencuentros con sus compañeros. Lo relevante estuvo en el terreno musical, ya que Alejandro tuvo muy claro, desde el año 1981, la importancia de crear un sonido de guitarra eléctrica latinoamericana contemporánea, alejada del sonido de Carlos Santana, que era la referencia más obvia en esos días. Este proceso de búsqueda no ha parado desde entonces, y fue a partir de los discos de Caifanes, que consolidó un estilo particular de tocar la guitarra que se ha vuelto su sello personal. 

La separación de Caifanes en 1995 se dio a partir de un severo distanciamiento entre Alejandro y Saúl, que estuvo envuelto en escándalos, verdades a medias y acciones de desprestigió en su contra. A raíz de esto, Alejandro se distanció por un tiempo de los reflectores, refugiándose en la música y su familia. En 1993 había nacido su primera hija y en 1996 su esposa se embarazó de su segundo hijo, que nació al comienzo de 1997. Ese año colaboró con su hermano Carlos, quien estaba haciendo el documental ¿Quién diablos es Juliette?, filmado en Cuba y para el cual Alejandro compuso el score a lo largo de ese año.

También continuó su carrera como productor, misma que había comenzado al trabajar en los primeros discos de los grupos Santa Sabina y Los Lagartos durante su período en Caifanes. En 1998 produjo a Los Estrambóticos para Discos Manicomio. En el año 2000 presentó el proyecto de Discos Termita a Sony Music, convirtiéndolo en su subsello, donde produjo los discos de Las Ultrasónicas, Pink Punk y Yucatán a Go-Gó.

Ése fue también el año lamentable incidente en el Festival Vive Latino, en donde Alejandro y su esposa fueron sacados violentamente de las instalaciones por el grupo de seguridad Los Lobos, durante la presentación del grupo Jaguares, la nueva banda de Saúl Hernández. Poco antes, éste lo había abofeteado tras discutir en los camerinos.

Alejandro combinó sus actividades con la docencia. Desde ese año empezó a enseñar música, dar clínicas, talleres y master class para guitarristas avanzados. Esto lo llevó a impartir talleres de armonía e improvisación en México, Estados Unidos y España.

En 2002 se terminó el proyecto de Discos Termita por recortes en el presupuestó de Sony Music, quedando en el tintero el disco de Lady Bombón, que terminó produciendo de manera independiente.

Alejandro comenzó a trabajar en una vieja idea, en la cual hizo arreglos novedosos y arriesgados, en cuanto al estilo, de temas tradicionales latinoamericanos. Comenzó a tocar con el bajista Gabriel Núñez, el baterista Daniel Aspuru y la vocalista Mamselle Ruiz en un cuarto de ensayo en la colonia Roma, para posteriormente grabar de manera independiente el EP Nocturnal, editado en 2003. Contuvo los temas “No volveré”, “Gracias a la vida”, “Nocturnal” y “Canción mixteca”. También colaboró en la grabación el bajista Uriel Natenzon. Éste fue el primero de tres EP que Alejandro tenía en mente, que contendrían varios temas ya arreglados por él y en espera de ser grabados.

Viajó a España buscando financiamiento a la posibilidad de firmar con alguna discográfica, sin mucha suerte. Allá conoció a Juan Carreón, quien lo convenció de trabajar con él. Durante una estancia de cuatro meses Alejandro produjo en Madrid el disco No vinimos de shopping, el cual fue un proyecto del dúo Carreón y Marcovich. Todo pintaba bien e incluso llevó a su familia a vivir por un tiempo en España, pero la informalidad de Carreón lo hizo echar marchas atrás y Alejandro regresó a México. El disco salió al mercado español finalmente, bajo el nombre artístico de Juan y La Bruja.

Durante los siguientes años se concentró en impartir sus talleres y master classes, viajando por todo México e incluso a la sucursal de Berklee, en Barcelona. También comenzó a experimentar en el plano de la improvisación pura con su recién estranda pedalera de loops, presentándose en la LAMC (Latin American Music Conference) en Nueva York. En 2010, Alejandro aportó una versión personal del tema “Hasta morir”, de Caifanes, para el disco compilatorio Nos vamos juntos- Un tributo a las canciones de Caifanes y Jaguares. Ese año también musicalizó en vivo la coreografía Esbozo, de Germán Jáuregui, en San Luis Potosí

Entre 2009 y 2010 comenzó a tener cambios en su carácter y episodios esporádicos en los que por momentos perdía la capacidad de ejecutar acciones simples como escribir o dar indicaciones a un taxi. En un comienzo no les dio importancia, pero finalmente su esposa lo convenció para que se hiciera estudios en el Instituto Nacional de Psiquiatría de la Ciudad de México. En junio del 2010, el doctor detectó ciertos problemas en la electricidad de su cerebro que requería de seguimiento. Por lo pronto, lo recetó un anticonvulsivo para que lo tomara durante un viaje que tenía en puerta a Kansas City y Chicago, donde tocaría con grupo local. Estando allá, tuvo que cancelar un ensayo porque se sentía mal y se retiró a su hotel. Por internet se enteró del infarto cerebral que había sufrido Gustavo Cerati en Caracas, Venezuela, lo que lo impresionó mucho.

Ya en México le detectaron un tumor en el cerebro. Fue operado el 23 de julio del 2010 en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía por el doctor Alfonso Arellano en una cirugía funcional, en el cual Alejandro estuvo consiente durante parte del procedimiento, tocando un teclado y contestando a preguntas de lógica simple y de sensibilidad en su mano derecha. La operación fue un éxito y Alejandro ha continuado con su vida personal y profesional desde entonces, sin mayores contratiempos y con una constante vigilancia en dicha institución.

Después de este intenso incidente, Saúl busca a Alejandro con el argumento de una reconciliación. Esto derivó en la reunión de Caifanes para el Festival Vive Latino del 2011. A partir de entonces y hasta diciembre del 2013, con Caifanes se presentó en foros de México y varios países hasta que, en marzo 2014, el sitio oficial de Caifanes en internet anunció la reestructuración del grupo, regresando a su formación de cuarteto, sin contemplar Alejandro Marcovich. Nuevamente Alejandro se vio envuelto en un mar de especulaciones alrededor de su salida-expulsión. Alejandro definió como fraude la reunificación de Caifanes. Por si fuera pocos, esto aconteció en medio de su separación matrimonial.

Entre 2014 y 2015, Alejandro exorcizó demonios escribiendo el libro autobiográfico Vida y música. Es éste, Alejandro cuenta la historia de su vida, sus proyectos y los hechos acontecidos durante su estancia en Caifanes, desde su perspectiva. El libro se presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara del 2015. A partir de entonces, ha sido invitado a presentarlo en las principales ferias del país.

Ese mismo año fue muy prolífico para él, ya que lanzó su primer disco de larga duración al que llamó Alebrije, editado por Drágora Records. Contó con George Tutko como ingeniero de grabación en el Estudio 19, en la Ciudad de México. Posteriormente, Tutko lo mezcló y masterizó en su estudio personal en los Estados Unidos. Contuvo temas como “Cables”, “El viaje”, “Alfombra mágica”, “Es para mí”, “Wa Wa”, “Alma puneña” y una nueva versión del tema “El elefante” (con la participación de Manuel Valdés), entre otros. Contó con la colaboración del baterista Tito Noriega, el bajista Federico Fong, el saxofonista Beto Delgado, el trompetista Beto Obregón, el trombonista Sergio Sorcia, el clarinetista Miguel Ángel Covarrubias, la corista Carol Villagrán, el percusionista Luis Eduardo Alba, la vocalista de Jessy Bulbo y el tecladista y cantante Emmanuel del Real de Café Tacvba.

También colaboró con el grupo Dod en su disco El sonido de debut o despedida en el tema “Adivinanza”, y participó en el homenaje al compositor Antonio Juan-Marcos, en el que interpretó el tema inédito “Nocturno eléctrico”, tema inspirado en él, junto a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México con la dirección de su viejo amigo y compañero de Levitan, José Areán.

Desde años anteriores, Alejandro entró en una dinámica de colaboraciones con diversos artistas, no necesariamente relacionados con el rock, que lo buscan su sonido. En el año 2013 colaboró como arreglista, guitarrista y coproductor en el disco Color amor, de la solista Ana Victoria. En 2016 apareció en el disco Soy mexicano, de la Banda Maguey, en el tema “Vientos de cambio”; en el disco Outfit. De Kingsmith, en los temas “Arena” y “Jam con Marcovich”, y en el disco compilatorio Mis amigos del bar, segunda parte, en el tema de Mishel Domenssain, “Ellas”.

Ha participado en los discos: Tributo a Los Babys , compilación con el tema “Jinetes en el cielo” junto a Paco Huidobro; en el disco Happy 20´s, de La Firma, en el tema “Perdona mis errores”, y en el disco En el tiempo, de El Plan y Marcovich.

La carrera de Alejandro ha sido extensa y ha abarcado muchas áreas que involucran la composición, los arreglos, la ejecución, la producción, la docencia y la escritura. Ha trabajado con infinidad de artista, entre los que están Santa Sabina, Los Lagartos, Los Estrambóticos, Malena Dúran, El Círculo, Pink Punk, Yucatán a Go-Gó, Las Ultrasónicas, Enter, Lady Bombón, Juan y La Bruja, Celso Piña, Los Amantes de Lola, Radio Kaos, Mario Domm, La Casta, Gerardo Enciso, Kenny y Los Eléctricos, Doctor Fanatik, Leonardo de Lozanne, Big Band de Oaxaca, Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, Orquesta del Desierto de Coahuila, Verónica Valerio y Ana Victoria. También ha compuesto música para las películas ¿Quién Diablos es Juliette?, Dr Jekyll & Mr. Hyde y ¿Cómo no te voy a querer?

 

Fuente: “60 años de rock mexicano” – González, Rafael

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