Molotov a 20 años de Donde jugarán las niñas

Celebra en el palacio deportes ante mas de 22 mil personas

Era 1995 un año en donde el rock mexicano tenía un franco ascenso, había bandas, había medios, había (como siempre lo ha habido) mucho público, había un interés de grandes marcas por el género, al grado de hacer un concurso con una marca de refrescos a manera de la batalla de las bandas para descubrir a una banda novel que representara este movimiento. 

Fue así como el hermano de Paco Huidobro guitarrista del grupo Fobia, Mickey junto con amigos de la prepa Tito Fuentes, Yei de la Cueva e Iván Jared entraron a este concurso con canciones de alta simplicidad lírica, con mucho desmadre y actitud con música sincretizada entre el rock, el blues, el rap, muy al estilo de los red hot chilli peppers. 

Fue así como este cuarteto gana el concurso a regañadientes de los organizadores quienes se vieron imposibilitados de negarles la presea, pues el público estaba entregado a ellos. Yei de la Cueva entra como baterista al grupo Fobia e Iván Jared comienza una gira con Julieta Venegas, por lo que la banda a pesar de tener el premio y una gira por todo el país, estaban incompletos, pero la llegada de Randy Ebright y de Paco Ayala, le dieron el fuego a esta bomba que se llama Molotov. 

Al principio una banda a la que los rockeros no veían a bien, pues meter el rap y luego cantar spanglish, como que causaba algo raro, aunque la controversia siempre fue parte de este cuarteto quienes sencillamente dejaban entre ver la actitud y su alta afinidad a ser rockstars. 

Así fue, con la gira de la marca de refresco, el apoyo de su entonces manager Jorge Mondragón, que fueron recorriendo los foros normales para ese tiempo, pero con la peculiaridad de que las canciones eran altamente pegajosas para cualquiera, de pronto se veía a los punks y las niñas antreras cantando al unísono “Puto”, su primer canción catártica, en donde el solo hecho de decir la palabra era ya un acto vandálico. 

Fue entonces cuando fichan una disquera y junto con el productor argentino Gustavo Santaolalla, graban en los ángeles “Donde jugaran las niñas” en 1997, un enfrentamiento focal con el grupo mexicano “Mana” quien tenía en su haber el disco “Donde jugaran los niños”, después la portada, se ven las piernas de una colegiala con su uniforme con los calzones a media rodilla, una portada completamente provocativa y que además en pleno final de todo un milenio, aun causaba problemas, pues las tiendas de discos no mostraban el material por la “agresiva e incitadora” portada. 

Pero eso no era todo, en la contratapa se leía el título de las canciones “Chinga tu madre”, “Puto”, “Quitate que ma´sturbas”, ni el más punk de los punks había hecho esto en México y mucho menos tirándole a un mainstream. 

Literal la disquera junto con el grupo y su equipo salían a las calles a vender el disco, el cual vendió mas de 1 millón de copias literalmente de mano a mano, lo que evidentemente hacia importante el disco. 

Ayer 1 de Septiembre, también aludiendo al informe presidencial, Molotov junta a más de 22 mil jóvenes que hacen una remembranza por todo este disco que marca un antes y un después en la contracultura mexicana, un disco con una banda que en aquel entonces se atreve de salirse del cliché y que además ha llevado al rock mexicano a latitudes insospechadas en donde el éxito es rotundo. 

Una noche en donde gritar “Puto” de nuevo empoderaba, en donde “Que no te haga bobo Jacobo” ya hacía alusión a otros personajes que dan las noticias en la tele, “Matate tete”, “Más vale cholo”, “Voto latino” y todo el playlist del disco fue el plato central, con 4 músicos con música poderosa, una actitud genuina y sobre todo un gran trabajo detrás que ha hecho de Molotov un indispensable del rock en español. 

Una noche en la que “Gimme me the power” es una reflexión a que tanto se ha avanzado como sociedad en el país 20 años después, con ya dos generaciones que se enfrentan a un mundo cambiado, con mucha información y con la globalización en la espalda. 

Un gran concierto que hizo grande la energía del domo de cobre en la ciudad de México.