Rita Guerrero llena el Teatro de la Ciudad

  • Rafa Martínez

Presentan el documental y la recuerdan con concierto

Dos días después de que cumpliera 54 años, se rindió un merecido homenaje a una de las guerreras del arte en México, actriz de teatro, de cine, performancera, productora, cantante y voz principal de la banda de rock mexicano Santa Sabina en un recinto que pesa para la memoria de la cantante, el Teatro Esperanza Iris, si, aquel en donde se presentó por última vez ante su público y en compañía de todos los que fueron parte de la banda, pero con palomazos de grandes amigos de lucha.

Así comenzó el documental, con palabras del director Arturo Díaz Santana y Poncho Figueroa, una pieza cinematográfica con una impecable investigación y con el recorrido de la formación de una leyenda, desde su incursión en el teatro, desde estudiante hasta una actriz que participo en el teatro universitario, en el cine y hasta en la televisión, así con personajes en la entrevista como David Hevia o Adriana Díaz Enciso, personajes que acompañaron a Rita durante su formación y por supuesto ligada la historia de su banda de rock Santa Sabina.

Un teatro de la ciudad lleno hasta el tope, con boletos agotados, invitados y con personas que se quedaron fuera sin poder conseguir un boleto, quienes escuchaban el testimonio de cada uno de los sabinos, quienes reían o coreaban los espacios musicales del documental.

Evidentemente se sabía que al final correrían lágrimas, pues en el momento que Poncho Figueroa cuenta esa última vez o cuando su pareja Aldo Max platica del final, mientras se proyectan escenas familiares en donde Claudio, único hijo de Rita, juega con ellos, se hace un verdadero nudo en la garganta.

Después de un mar de aplausos al documental, Poncho Figueroa, Pato Iglesias, Pablo Valero, Juan Sebastián Lach, Jacobo Lieberman, Alejandro Otáola, Aldo Max y Leonel Pérez,  se juntaron para celebrar un concierto, en donde además de demostrar la capacidad musical de Santa Sabina, rindieron un homenaje a Rita, dejando cada uno su veladora alrededor de su emblemático micrófono de flores y en donde su voz sampleada entonaba las rolas de la banda, “Nos queremos morir”, “El ángel”, “azul casi morado” entre otras.

La presencia de Rita fue sensible, en ese festejo de cumpleaños, como ella lo hubiera querido, con sus grandes amigos musicales, los rockeros, porque también esa parte de música antigua era su forma de rendir tributo espiritual y en donde era indiscutible el talento de esta emblemática guerrera que dedico su vida al arte.

Un espectáculo que debería ser presentado en todo el país, así tal cual, con el documental y el show en vivo, que mejor manera de recordar a esa voz que cautivaba y hacia voltear a cualquiera.