Guadaña tendrá glorieta en La Blanca, Tlalnepantla

  • Rafa Martínez

En un acto histórico para la cultura urbana y el reconocimiento al legado del rock nacional, el gobierno municipal de Tlalnepantla ha aprobado por mayoría de votos el cambio de nombre de la emblemática Glorieta de la Blanca a “Glorieta David Lerma ‘El Guadaña’”. Esta decisión, impulsada por el regidor Eduardo Rojas y respaldada por el Presidente Municipal Dr. Raciel Pérez Cruz, representa un hito sin precedentes en el Estado de México y en todo el país: por primera vez, una glorieta pública lleva el nombre de un icono del rock urbano.

El anuncio se hizo oficial tras la sesión del cabildo en la que todos los síndicos y regidores aprobaron por votación favorable esta iniciativa que responde no solo a una deuda histórica con la cultura popular, sino también a la exigencia de miles de ciudadanos, músicos, colectivos culturales y fans que reconocen la figura de David Lerma “El Guadaña” como un pilar del rock mexicano.

¿Quién fue David Lerma “El Guadaña”?

David Lerma, mejor conocido como “El Guadaña”, fue fundador, vocalista y alma de la mítica banda Bostik, una de las agrupaciones más importantes del movimiento de rock urbano surgido en los años 80 y 90 en la periferia del Valle de México. Con una voz inconfundible, una lírica directa y cruda, y una entrega total en cada escenario, El Guadaña se convirtió en una figura venerada tanto por músicos como por el público.

Canciones como “Abandonado”, “Viajero”, “La neta”, “A esa gran velocidad” o “Ratas” son himnos de generaciones enteras que encontraron en la música de Bostik un refugio, una identidad y una forma de resistencia ante un país desigual.

Pero más allá de su música, David Lerma fue un símbolo de lucha, dignidad y autenticidad. Jamás cedió ante la industria, manteniéndose independiente, cercano a su gente, apoyando a bandas emergentes y defendiendo el derecho del barrio a tener voz. Su muerte, ocurrida en abril de 2023, dejó un vacío inmenso en la escena musical, pero también una fuerza viva que se ha convertido en legado.

El camino hacia la glorieta: lucha popular y voluntad política

El proceso para que la glorieta ubicada en una de las zonas más transitadas de Tlalnepantla cambiara de nombre no fue sencillo. Desde hace meses, diversas agrupaciones culturales, colectivos de rockeros y ciudadanos comenzaron a promover esta propuesta como un acto de justicia cultural.

La Glorieta de la Blanca, conocida así de manera informal por su estructura metálica, se encuentra sobre una importante intersección que conecta vialidades claves del municipio. Para muchos, este espacio era ideal para rendir homenaje a un tlalnepantlense adoptivo como El Guadaña, quien en vida participó activamente en múltiples eventos sociales y culturales en la zona, y quien siempre se declaró orgulloso de representar al pueblo.

La iniciativa fue llevada formalmente al cabildo por el regidor Eduardo Rojas, quien no solo reconoció la importancia de David Lerma para la cultura popular, sino que además ha sido promotor constante del reconocimiento a los artistas urbanos. Su propuesta fue escuchada por el Presidente Municipal Dr. Raciel Pérez Cruz, quien no dudó en respaldarla públicamente, sumando al resto del cabildo en una decisión unánime que marca un precedente nacional.

El respaldo total de los síndicos y regidores es muestra del reconocimiento institucional que hoy se le da a un sector muchas veces invisibilizado: el del arte popular, el del rock del barrio, el de las voces que nacen desde abajo.

Más que un cambio de nombre: un acto simbólico y cultural

La nueva “Glorieta David Lerma ‘El Guadaña’” no será solo un nuevo nombre en el mapa urbano. Será un punto de encuentro, una referencia viva de la historia musical de Tlalnepantla y del país. Está previsto que en próximas semanas se realice una ceremonia oficial de inauguración, donde se descubrirá una placa conmemorativa, y se llevará a cabo un evento musical con la participación de la banda Bostik y otros artistas nacionales.

El anuncio ha sido recibido con entusiasmo por miles de fans del rock mexicano. Las redes sociales se han inundado de mensajes de agradecimiento al gobierno municipal y de reconocimiento a la figura del Guadaña. Además, músicos de distintas generaciones han aplaudido la iniciativa como un acto de reivindicación y memoria.

Este tipo de acciones culturales, aunque simbólicas, son esenciales para construir una identidad incluyente y diversa. Por años, el rock urbano fue marginado, tachado de subcultura o incluso criminalizado. Hoy, el hecho de que una autoridad municipal reconozca la contribución de uno de sus máximos exponentes, es un paso hacia la reconciliación cultural y el respeto a las formas de expresión populares.

Un ejemplo para otros municipios

El caso de Tlalnepantla puede convertirse en inspiración para otras alcaldías y municipios del país. En muchas ciudades mexicanas hay artistas, músicos, muralistas, poetas y activistas que han contribuido profundamente a la identidad cultural de sus comunidades y que merecen ser honrados en el espacio público.

David Lerma “El Guadaña” no solo representa a una banda o un estilo musical, representa una forma de vida, un movimiento social y cultural que ha sobrevivido contra todo pronóstico. Su nombre, ahora grabado en la geografía de Tlalnepantla, servirá de recordatorio permanente de que el arte también nace en el barrio y que los ídolos del pueblo merecen ser recordados.

Próximos pasos

Se espera que el acto inaugural de la glorieta se lleve a cabo en octubre de este mismo año, en el marco de otras actividades culturales. Durante el evento, se planea la presentación de una escultura  en honor al Guadaña, así como la participación de jóvenes músicos que han sido influenciados por su obra.

Asimismo, colectivos ciudadanos han propuesto que el espacio se convierta en punto de encuentro para ferias culturales, presentaciones musicales, y eventos con causa social, honrando así el espíritu combativo y comunitario que caracterizó al fundador de Bostik.


La Glorieta David Lerma “El Guadaña” ya es una realidad.
Gracias al compromiso del Presidente Municipal Dr. Raciel Pérez Cruz, del regidor Eduardo Rojas y de todos los miembros del cabildo de Tlalnepantla, hoy la ciudad da un paso más hacia la justicia cultural y la memoria colectiva.

Porque el rock también construye ciudad.
Porque las voces del pueblo también merecen un lugar.
Y porque el Guadaña… nunca muere.